"Hablemos de sexo"

Mi querida abuela Silvia cada tanto me tira una posta. A su apreciación bastante sensata sobre que las mujeres más inteligentes suelen tener problemas en su vida sentimental, se le agregan algunas anécdotas que suelen ser útiles.

Una vez me contó que estaba en la sala de espera de un médico con mi tía abuela, Mima, donde todos los pacientes estaban dele quejarse de sus dolencias. Claro, era el ala de oncología de la clínica y la situación de la mayoría no era fácil.

De hecho, su propia hermana estaba enferma de lo mismo por segunda vez, y a eso se le sumaba que sus fuerzas empezaban a menguar, ya fuera por la edad, o vaya uno a saber por qué.

En realidad, tener fuerzas para pelear, o no, es uno de esos misterios que ni médicos ni gurúes saben develar. Sólo quien se enfrenta con la muerte sabe qué diálogo tendrá con ella.

La cosa es que las dos mujeres estaban sentadas en la sala de espera donde había con el resto de los pacientes del área de oncología. Como decía, cualquier comentario entre ellos oscilaba el estado del clima y las vicisitudes de sus tratamientos.

Agobiada por lo denso -y quizás doloroso- de la charla, mi abuela decidió terciar en la conversación y propuso: "Bueno. Hablemos de sexo". No hubo risas, sólo miradas atónitas, y alguna que otra mueca de desaprobación. Pero no se volvió a hablar de sueros ni de internaciones.



¿Que no es "útil" como dato? Obvio que sí. Cualquiera puede pasar horas relatando historias tétricas sobre muertes, accidentes o fatalidades, pero es poco menos que morbo. En cambio, ¿cuántas personas pueden hablar de sexo sin sonreír?

2 comentarios:

VENUS dijo...

GENIALES!!!!!! uau la abuela y la nieta!! clap clap clap clap...

Chicas dijo...

Jejje, si que estuvo sembrada de ingenio. Seguramente si propone hablar de cocina nadien entiende su intención.
besos para las dos de Lulu.