La suerte de la rata

Horóscopo chino según Ludovica Squirru (alabada sea), para lo que nacimos en 1984 y por lo tanto somos "ratas".

"Con la primavera va a sacar todo el enojo que ha acumulado en el otoño y en el invierno. Fue un año difícil y ahora suelta amarras y empieza a disfrutar de lo que consiguió. Viene una etapa de más ocio creativo, de diversificarse con cosas más placenteras relacionadas con sus hobbies y de más relax." 

Así que ya saben: nada como una buena limpieza de primavera para sacarse de encima el lastre de los "enojos" o los resquemores que quedan como esquirlas de vidrio que pisamos en la cocina cuando entramos descalzos a mitad de la noche a picotear algo de la heladera.

Mejor, a divertirse y armar planes... Un momento, acabo de acordarme de que tengo un par de cosas pendientes :)

¡Vamos, ratas!

Rogelio, no te vayas nunca

No sé si es por una acción de marketing impecable, porque se puso de moda ser "cool" y escuchar discos de culto como "The Wall", o porque, efectivamente, está más arraigado en el público de lo que parece, pero Roger Waters tiene confirmadas ocho presentaciones en el estadio River. Las entradas ya están casi agotadas, y eso que los shows son recién entre el 7 y 18 de marzo de 2012.



Parece que ya está decidido: que venga Rogelio a tocar "The Wall" completo y después se puede acabar el mundo según la profecía maya...

Acá está el link de la nota: {hacé click}

Laura Aceto dice: Hombre, la publicidad te perjudica

Desde hace varios días veo en televisión los spots de campañas publicitarias que promocionan artículos dirigidos al público masculino. La intención es vender los productos y el concepto que los justifica, pero creo que les hacen menos favores a los hombres que la campaña electoral de Ricardito Alfonsín para las PASO.

Como ejemplo está la publicidad de las pastillas Mentholus Drink en sus versiones Daiquiri y Mint Mojito. Sí, claro, porque a las chicas nos encanta que nos encare un macho embriagado de amor (y de alcohol) y que nos tire la boca con ese aliento tan perfumado.

Que el spot está realizado en tono irónico es obvio, pero igual no está bueno que la pastilla de menta que te iba a rebajar el olor etílico antes de chamuyar contribuya a mantener la licorería en tu boca.


Otros productos que me llamaron la atención por estos días son dos líneas de desodorantes, Nivea for men y Dove Men Care. Una ya está establecida y la otra es nueva, pero ambas luchan detrás de la inefable Axe y su tradición de campañas machistas, hilarantes y efectivas.

Nivea presentó su nuevo desodorante "invisible", que evita que se marque en las remeras blancas  y negras de los muchachos. Chicos, bienvenidos al mundo del detallismo metrosexual. Sepan que es una nueva "presión" que tienen al arreglarse para salir, y desgraciadamente no es un mal producto. Sólo un concepto que antes manejaban nada más que las mujeres.

Después de lograr que el público acepte los rollitos y las arrugas femeninos (gracias por eso), Dove lanzó al mercado la línea "Men Care", o sea "cuidado del hombre", para el macho sensible que necesita ese cuarto de crema extra de hidratación en su piel. Axilas más suaves, niños, piénsenlo...

Está bueno actualizar los productos de cuidado e higiene corporal para hombres porque no es justo que sigan cultivando el look Neardethal sólo porque esquivan las cremas faciales y la manicura. Pero tampoco empecemos con la fijación de que es un desastre universal si se te nota la marca del desodorante en la remera, o de que te vas a morir de la picazón por no usar un desodorante sin alcohol.

Y todavía me hace ruido el temita ese de las pastillas con sabor a daiquiri...

¿Adivinen quién logró colgarse al wifi del vecino?

-Una pista: Está sentada en su living un lunes al mediodía, tomando café y untando una tostada con manteca y dulce.

A ver si puedo bloguear xq tengo posts de #ReinadelDrama #ElMundosegunChan y #ReflexionesdemiShisha para tirar al techo. Además tengo que escribir sobre esta nueva banda, Titanes, que la rockea.

Ya voy, ya voy....

Malcogida

El peor insulto para ofender a una mujer debe ser "malcogida". Es una mezcla entre "sos fea como oruga, pero al menos ese bicho se puede convertir en una linda mariposa" y "no sabés cómo llamar la atención y por eso escorchás tanto".

Otros epítetos pocos agraciados son menos incisivos en el orgullo femenino, como "histérica". Es obvio que una mujer va a ser histérica porque tiene un útero. Es el término que se da al comportamiento errático en una mujer u hombre, por el que sus sentidos no responden de manera normal. Según la todopoderosa Wikipedia, deviene de la palabra griega "hystéra", que significa justamente útero.

También está "loca", que es tan clásico como ambiguo. Una mujer puede estar o ser loca, porque es sabido que perdemos la chaveta muy fácil con ciertos temas. Es más, una mina se puede recibir de "perra" y hacer bandera de eso sin sentir ni una pizca de vergüenza o remordimiento. Un gran: "Soy una perra, ¿y?". Sí, se puede.

Pero ser "malcogida" es irremontable. Pocas mujeres lo reconocen a sus amigas, un poco por una cuestión de orgullo y otro porque las miserias íntimas son más fáciles de desahogar con alguien que pueda subsanarlas que con una persona que sólo pueda demostrar compasión. Pero es crítico el momento en el que alguien lo nota.

Vivo

Sí. Es verdad. Toda la razón. Hace más de un mes que no actualizo este espacio, pero puedo asegurar que:

a) Sigo viva.
b) Estoy más ocupada que de costumbre.
c) Se me han ido algunos malos hábitos, como quejarme o hacer planteos existenciales a las seis de la mañana cuando vuelvo del boliche.
¿Le ponemos leyenda o no le ponemos leyenda?
d) Ya no escribo tanto en los bares como lo hacía antes.
e) Ahora tengo dilemas del estilo de "¿Cómo se limpia una media?" o "¿Qué diablos le hicieron en el Laverap a mi suéter?"
f) Ahora sé limpiar medias y suéters.
g) Y cocino albóndigas.
h) Y miro cómo rastrea por mi piso el confite de chocolate que se le cayó. Se lo comió de todos modos. Gracia' a Dio' que aprendí a limpiar el piso.
i) "Tenés que terminarlo con un 'sigo viva'. No sé si después o ahora, pero en algún momento", dice.
j) Me gusta, perdón, nos gusta, el efecto Droste.
k) La "K" también nos gusta, pero por motivos distintos. es una letra controversial.
h) <--- "No, L", me señala. Está en todo. Por suerte. l), entonces, y...
m) Me he estado preguntando cosas que empiezan con la letra "m". Como "muchisidad".
n)Analiza el rictus del conejo de chocolate. Yo me derrito.
o) Claramente, así no se puede mantener una línea cínica, crítica ni fría de pensamiento.
p) Ya esto es demasiado largo. Me estoy mandando todo el abecedario para que después no se diga que no me paso por acá.
q) La "Q" debe ser de las iniciales menos usadas del castellano. Mmm... no, no es eso. Es que soy inculta nomás.
r) Nos costó llegar.
s) Síp.
t) ¿notaron como las palabras más cortitas son las más difíciles de escribir?
u) Me aburrí de este post. Posta.
v) Casi pongo otra letra para terminar más rápido. Lástima que tipee una de las que ya pasé. Esta vez se quedan con la intriga.
w) La "doble - u- v". Qué difícil la hacen en la RAE.
x) XOXO
y) y....
z) zzzz,...... me fui a dormir....

:*

In memoriam, de la "CH" y la "LL": Estoy viva. Más vivita y coleando que nunca, and I'm loving it.

Aceptar con una sonrisa

Jueves a la tarde, el vagón de la línea A del subte estaba relativamente vacío y todo marchaba sobre rieles. Una mujer bajita y de pelo negro con rulos alborotados se subió en la estación de Plaza Miserere para ofrecer sus revistas "Hecho en Buenos Aires".

"Si no tienen plata para comprarla, agárrenla igual con una sonrisa, porque sino me deprimo", explicó la mujer a voz de cuello mientras avanzaba entre la poca gente que viajaba parada. Me llamó la atención su honestidad: pedía que por favor no la traten como un fantasma que deambula por las formaciones del subte.

Cuando se acercó a mi asiento pude apreciar mejor su cara. Tenía la piel pálida, una nariz ganchuda, usaba anteojos y hablaba con una voz aguda y nasal. Llevaba un manojo de ejemplares del último número de la revista, y me atrevo a decir que pocos se animaron a tomar una, y ninguno lo hizo con una sonrisa.

La mujer, cuyo nombre no llegué a escuchar, repetía una y otra vez que lo que más quería era que le "aceptaran" la revista sin obligación de compra. "Porque sino me deprimo", explicó. Entonces recordé el valor agregado que me proporcionó la compra de una de estas revistas hace un tiempo, en Plaza Italia.

Y tal parece que no es sólo el comprador quien recibe un bonus en la transacción. Nunca 4 pesos valieron tanto.

Aforismos a dos voces

N. de la A. Parte de este post fue escrito el 8 de enero de 2010. Otra parte fue agregada hoy. Difícil saber cuál es cada una.

Cuando tus manos sangran heridas, las yemas de tus dedos son como fuego y una voz repite en tu cabeza "no me odies, no me sueltes la mano. Aunque te lastimes o te ensucies, aguanta un poco mas...", es eso: aguanta un poco más.

"El amor te ayuda a progresar, o es otra cosa. Toda la gente que te ama te ayuda a mejorar", dice V.

No llores, no llores. Las nenas grandes que eligen su suerte se la bancan solitas.

No te cuides tanto al punto de ser cobarde, no te lances tanto al punto de ser egoísta.

Los celos aparecen cuando te importa el otro. Los celos enfermizos aparecen cuando te importas más vos.

El tiempo me enseño que hay recuerdos que son como mascotas ajenas: hay que acariciarlos y dejarlos ir.

Todas las personas entran y salen de tu vida cuando tienen que hacerlo. No preguntes ni protestes, la decisión no está en ellos, ni en vos.

Siempre va a haber alguien delante tuyo en el camino de la vida... la cuestión es si buscás alcanzarlo o sobrepasarlo.

A algunas personas las podés querer toda la vida, aunque sea a la distancia. La nostalgia envenena, sí, pero mata más lento que el rencor.

Lo lindo del amor es eso, ¿viste?, que no necesita ser correspondido... que se lanza al vacío como si fuera una partícula más en el aire y es capaz de llevar un beso miles de kilómetros hasta impactar contra los labios correctos.

"¿De qué hablás? Con tanto amor equivocado rebotando por ahí...", protesto. "Sí, pero eso no es culpa del amor. Que las personas no sepan manejarlo no es su problema", me contesta.

La buena pipa

Cuando tenía seis años, una amiga de mi abuela me hizo el siguiente juego: me preguntó si quería escuchar el famoso "Cuento de la buena pipa".

La escena fue algo así:

Interior - Tarde/noche - Casa de abuelos atestada de invitados, casi todos de más de 70 años

La amiga de mi abuela, sentada en el sofá verde inglés ese que se terminó volviendo verde "musgo", me llamaba para que me acerque a ella y dijo:

- A ver, Antonita: ¿Querés que te cuente el cuento de la Buena Pipa?

- Sí -le respondía, curiosa.

- Yo no te dije "sí", te pregunté si querés que te cuente el cuento de la buena Pipa... ¿Querés que te cuente el cuento de la buena pipa?

- ¡Sí! -repetía yo, intrigada, con la cara un poco más cerca de su rostro arrugado y lleno de base y rímel.

-Pero yo no te dije que sí, ¡te dije si querés que te cuente el cuento de la buena pipa! -insistía la mujer.

Más o menos al décimo round de la misma conversación de sordos, en la que yo aceptaba la invitación a un cuento y ella se hacía la interesante, mi carácter contestatario entró en acción y le espeté alguna burrada que me hubiera valido un chirlo o una penitencia. Nunca le agradeceré lo suficiente a mi abuela Silvia por inventar la regla de que en su casa nadie podía retarme, ni su propio hijo.

¿A qué viene este recuerdo infantil que atesoré por tanto tiempo? A que a veces creo que sigo hablando con la amiga de mi abuela, pero transfigurada en otras personas. Adultos, como se supone que soy yo ahora, que reversionan el juego del cuento de la buena pipa a veces sin saberlo, y otras muy conscientes de ello. Por error mío, sin dudas, todavía hoy tengo la misma respuesta abrupta.

Sigo detestando el juego retórico y retorcido en el que una persona le da mil vueltas a otra para hablar, o le complica el diálogo adrede, sólo por diversión. Es claro que no me resulta divertido y, de nuevo hago mea culpa, me es imposible quebrar el círculo vicioso sin algún tipo de contestación reaccionaria y poco gentil. Cabronería, que le dicen, una cualidad querible sólo para pocos.

También se traduce en acciones. El cuento, digo. La respuesta es casi siempre la misma y de igual modo. Sí, ya debería haber aprendido a callar y alejarme de las personas que ponen el palito para que uno lo pise, pero parece que no aprendo.

Sigo sin entender por qué una persona disfruta haciendo enojar a otra para después esgrimir la carta de "ay, soy una señora mayor, ¿cómo me vas a decir eso?".

Señora, si usted quiere mi respeto, no me boludee. Si lo hace... Ahí se ve.

Corazones cautivos más arriba

"La gente prefiere ver la idea que tiene de una persona más que a la persona en sí. A nadie le gusta que, de un día para el otro, no seas el mismo de ayer y los fuerces a determinar en qué te has convertido"

"Tu viejo decía que es más fácil vivir si se sabe eso: que cada uno está solo, que el padre peude convertirse en el hijo y que el hijo en el padre, pero que cada uno está solo siempre"

"Hay que aprender a cuidarse solos. Aunque después no sirva para nada"

"Para las mujeres el dolor es algo más natural. Por un lado es como si se lo apropiaran, como si fuesen las únicas con derecho a sufrir, y, por el otro, se recuperan con más facilidad que los hombres"

"Lo más importante, lo único que tenés que pensar -dice después-, es en no dejar de hacer cosas. Lo que sea. Aunque te resulten un poco estúpidas. Si hay cosas que te gustaban antes, no permitas que lo que pasó les quite significado"

"Te va a pasar muchas veces -dijo Galo-, que sientas que la gente te fastidia. Generalmente no es culpa de los demás, sino de uno mismo. Hay que ser lo suficientemente civilizado como para hacerse perdonar la impaciencia en esos casos. No son los demás, somos nosotrosque pretendemos que todas las personas sean como queremos"

***

Estas son las frases que más me gustaron de "Corazones", la novela de 1987 de Juan Forn. El título original de este libro era "Corazones cautivos más arriba" en honor a un poema de Roberto Juarroz llamado "Séptimo poema vertical".

Sin embargo, según explicó el autor en el epílogo, el tiempo y la usanza acortaron el nombre de la obra hasta que él mismo empezó a referirse a ella como "Corazones", un nombre que le confiere un aire de intimidad y honestidad más profundas para mi gusto.

"A lo largo de los años, ni siquiera yo apelaba al título completo a la hora de mencionar este libro. Razón por la cual he optado por rebautizarlo ahora con su apodo casero, que a mi modo de ver se parece más a la visión del mundo que tenía entonces y que espero algún día recuperar", cuenta el autor en el epílogo, aunque le da carta blanca a "aquellos lectores que prefieran el título original" para que sigan llamándolo de ese modo.

"De eso se trata la literatura, a fin de cuentas", sopesa Forn, "de dar a las cosas el nombre que uno cree que tienen".

Mi lista indispensable

O no tanto, pero en vista de que estrené hogar hace un mes más o menos, la lista de "pendientes" sigue alargándose sin parar. Ya eliminé ciertos ítems prominentes, como conseguir una heladera, pero falta otros del estilo de "limpiar el baño" que sospecho serán recurrentes.

Quizás otro día me explaye en la maravillosa experiencia de aprender a vivir con una misma, pero en este día prefiero contestar la amable pregunta que me hicieron varias veces ya: "¿Qué necesitás para tu casa?" La respuesta es una lista, obviamente. A saber:

- Cuchillo de cocina (de esos que son grandes, afilados y te permiten cortar las zanahorias y el pollo sin luchar tres horas).
- Tabla para cortar, porque los cuchillos antes mencionados suelen dejar marcas por donde pasan...
- Un bowl, bol, o bols (mmm no, no el licor...)
- Tapón para botellas, del estilo "salvemos el resto de birra que queda"
- Vaso medidor (yo sin medir todo no cocino, se sabe)
- Balanza de cocina, por el mismo motivo. Ni hablar de la otra, porque no me interesa sabes cuánto engordo cocinando.



Por ahora parece que necesito esas cosas. Estoy en la onda de "sólo busco lo que necesito", así no me lleno de cosas superfluas (no me reconozco...). Así que ya están enterados... el que quiera regalarme alguna de estas cosas, ¡se lo agradeceré por demás!

:) <--- Miren, ¡pongo sonrisa de "doy lástima" y todo!

Leer para ser

Todos los adultos, sin importar cuán poco les guste el ejercicio de seguir la sucesión de letras que forman palabras y oraciones, deberían leer al menos una vez en la vida el libro "El principito", de Antoine de Saint Exupéry. Puede que parezca una obra infantil o demasiado naïf para ser tomada en serio, pero está lleno de frases sabias, algún que otro consejo práctico y mucha poesía, que aporta una belleza simple que ya es inusual por estos días.

Antes de que existieran los libros de autoayuda, los manuales de superación personal y las revistas con flamantes técnicas para cambiar en 10 pasos las mañas que cultivamos en toda una vida, "El principito" ya estaba ahí, impreso y esperando en su asteroide a que le prestemos atención. Yo crecí en una casa donde había no uno sino tres ejemplares, pero recién lo leí pasados los 23 o 24 años. No me arrepiento.

Resulta que antes de esa edad tenía un poco más frescos, o mejor guardados, esos ideales y las utopías propias de la infancia que, en pos de hacer lugar a mis ambiciones "de chica grande", fui relegando hasta que no supe donde quedaron. Por suerte, el zorro y la rosa, el relojero y el rey, el cordero y, por sobre todo, aquel hombre perdido en medio del desierto, están ahí, en el asteroide que es ese librito finito, para recordarme por dónde empezar a dibujar lo que es invisible a los ojos.

Spanglish

Mi razonamiento excedió los 140 caracteres, así que decidí convertirlo en un posteo trasnochado y no en una catarata de micromensajes en Twitter, de esos que es necesario numerar cual novela por entregas.

Anoche leía en Twitter lo que escribía el Sr. @RayoVirtual sobre las personas que, siendo hispanoparlantes, prefieren usar el inglés para expresarse en la red social del pajarito ya sea para cultivar una pose cool o porque no les interesa usar el castellano como primera lengua 2.0.

Entonces me surgió una reflexión que poco aporta a la de R. V., sino que es más bien un tema tangencial. Pero al menos es una diatriba de elaboración casera, que le dicen.

La cosa es así: después de fumarme 10 años de colegio bilingüe, y sin dejar de estar agradecida a mi madre por darme la educación que me dio, puedo decir que hay frases que me salen mejor en inglés que en español. O en castellano rioplatense, si se quiere usar un término más localista.

"Una cosa es usar palabras en inglés y otra hablar en inglés porque considerás que sólo los 'negros'hablan en castellano", señalaba anoche R. V. Y claro, el pobre Garcilazo de la Vega estaría retorciéndose en su tumba, dándole la razón cada vez que se leen textos impecables en inglés escritos por hispanoparlantes que tienen faltas de ortografía cuando usan el castellano.

Ni hablar de Sor Juana Inés de la Cruz, atormentada cada vez que una señorita elige otro idioma que su español nativo para expresar lo que siente, cuando la delicadeza de nuestra lengua madre nos da tantas oportunidades para expresar los deseos del corazón.

Pero al margen de que Miguel de Cervantes Saavedra haya quedado en jaque porque algún "bo - bo" (bohemian bourgeois) decidió hacerse el cool tuiteando en inglés, la utilización de varios idiomas nos hace más libres y nos permite comunicarnos mejor. Tiende puentes en esta Babel tan linda, enmarañada y amplia que es el mundo, ya sea con o sin Internet.

Mi primer "te quiero" fue un "I love you". Sea en el idioma que sea, esa frase es una de las más simples, fuertes y preciosas que existen. Hasta el día de hoy “I love” a esa persona, aunque ahora lo hago de un modo distinto.

"Frase preciosa"... ¿O debería decir "linda"? ¿Quizás "hermosa"? Dentro del español hay parecido a dialectos socialmente divididos. En algunos círculos todavía se tuercen las miradas y se arrugan las narices cuando alguien comenta "¡qué hermoso morral rojo!", porque la única palabra "aceptable" de toda esa oración es la primera.

Pero volviendo al tema del inglés para expresar ideas o hacerse el cool, (¿irónico, no? Me da fiaca buscar el significado en español de esa palabra), la verdad es que todos los idiomas son lindos por algo, y en definitiva son herramientas. Si se los ve con un fin utilitario, el de darse a entender o conocer más a las personas y el mundo que nos rodea, la comunicación no debería tener fronteras.

Internet mismo apunta a la comunicación, a la vida 2.0, aunque a veces sea desmedida. Entonces, si soy feliz chateando por celular con una amiga que hace años vive en Grecia con la misma facilidad con la que le mando un mensaje de texto a la que vive a diez cuadras de mi casa, ¿cómo no voy a ser feliz diciendo “it's great to hear from you” cada tanto?

Si alguien elige usar un idioma que no es su lengua materna será porque las palabras le salen mejor así. Lo que sí, sería una lástima que relegara el español por creerlo inferior, más precario o limitado que otros idiomas. En ese caso, quizás esa persona no merece usar un idioma tan lindo.

Too bad, pero c'est la vie...

(ay, mis chascarrillos y yo nos vamos a quemar en el infierno).

Elefantes blancos

¿Vieron que dicen que los elefantes blancos son criaturas mitológicas que sólo existen en las leyendas hindúes, donde representa la "gran verdad", y tal?

Bueno, a veces son reales.

Nunca más

Nunca más en tu cama. Nunca más tus paredes rosadas. Nunca más las palabras que quería escuchar, y que en realidad me hacían mal. Nunca más esperar un gesto tuyo, nada. Ya no más pedir, explicar, razonar o gritar. No más abrazos que no llegaron a nada.

Se acabaron los motivos, se fueron las memorias. Me quedaron un par de preguntas, pero inútil es hacérselas a otro ser humano como yo. Y me dan ganas de llorar, ya no puedo, nunca más por vos, porque en seguida aparecen mil motivos para no hacerlo.

Y ninguno te incluye.

La prórroga

Terminada la semana de limbo, llegó el momento de tomar un envión divino, alumbrado por fuegos artificiales y adobado con turrones, para encarar el año que empieza.

Si los siete días entre Navidad y Año Nuevo fueron tan mágicos como díscolos, con ventanas abiertas a los "¿será posible?", ahora es tiempo de plantarse en el lunes 3 de enero y decir: "Es lunes, hoy empiezo".

Aunque pensándolo mejor... antes de estrenar la agenda 2011 (que todavía no compré), o de abrir sendos mapas para salir corriendo de la ciudad, quizás sería bueno fijar una prórroga para la semana del limbo...

¿Les parece mantenerla todo enero? Buenos Aires se ve tan tranquila como aletargada por el calor, y por las noches afloran toda clase de aromas (de los ricos y de los otros), que construyen un clima especial.

También pasa que la mayoría de la gente se fue de vacaciones y que los que todavía pululan por estas calles están como ausentes, pensando en lo bien que les hará el descanso en febrero. Otro día hago la salvedad que requieren otras situaciones, donde el limbo es algo más que una sensación, y no tiene mucho júbilo.

Mientras tanto, me quedo con el dulce recuerdo del mejor comienzo de año que tuve en mucho tiempo...