Juana, la adicta

El rock parece un lugar más seguro, estable y calculador por estos días. La desfachatez, impulsividad y espontaneidad están en baja desde que los rockstars descubrieron la fórmula del éxito... y decidieron aplicarla.

No es lo mismo que Roger Waters presente su espectáculo "The Wall" 9 veces al hilo en el estadio de River y reviva así la magia de lo más profundo, crítico y teatral que produjo Pink Floyd a que venga una banda como Jane's Addiction y repita su show del año pasado, pero esta vez en El Teatro de Colegiales en vez de en el coqueto Auditorio de Puerto Madero.

Jane's Addiction nació en California, dentro de la cabeza de Perry Farrell, el mismo que después tuvo la brillante idea de impulsar el festival Loollapalooza. La banda se convirtió en una suerte de icono del rock alternativo durante los noventas, pero además colapsó y se regeneró tantas veces que es inútil tratar de hacer un resumen de las idas y venidas.

En marzo de 2011 se despacharon con un show gratuito al aire libre en Puerto Madero, que no era otra cosa que un evento exclusivo para los clientes de Movistar. El concierto fue sólido, divertido, con un enérgico Farrell que hizo toda clase de intentos para inspirar una orgía musical y lisérgica mientras su propia mujer hacía bailes fetichistas sobre el escenario (nada como trabajar en familia, ¿no?).

Pero Farrell y compañía volvieron el 10 de abril de este año y se presentaron por primera vez para el público "general", con el que lograron llenar El Teatro (ahora sede de Vorterix). El show duró una hora y 25 minutos, durante los que repasaron temas clásicos, como "Jane says", "Been caught stealing" y "Just because", más algunos que son del disco que lanzaron en octubre de 2011, llamado "The great escape artist".



Salvo por las canciones recién editadas, todo lo demás del show fue idéntico al anterior: las luces, los bailes de las chicas a go - gó y hasta la vestimenta de Farrell (no hablaré de la de Navarro porque ese hombre no conoce lo que es una remera... jeje).

Para ser justa, las imágenes de las pantallas no eran las mismas (nota mental: chequear más sobre el "sadobaby") y la gráfica sí cambió un poco. Además, mantener una línea artística en el aspecto visual contribuye a formar la identidad de la banda, algo que favorece a los siempre díscolos integrantes de J.A.

Para la reseña del segundo show de Jane's Addiction pueden hacer click acá. Sí, es autobombo. So what?