Ohh... Domingo, mi querido amor!

¡Hola, hola! ¡Aquí el Chanch the Chi más famoso del ciberespacio! ¡Reportándose para la acción? (??) :OP
Y es que este domingo adeverso, frío y mezquinamente soleado me encuentra en una etepa de "delay" importante. Al parecer, mi cerebro se niega a trabajar a más de 20 km/h. Es probable que tarde 10 minutos en escribir algo decente... y en 10 minutos tengo que encontrarme con una amiga, así que imagináte.
La cosa es que los domingos inspiran, pero despacito. El frío, la lluvia, el pálido sol que pocquito a poco entibia... todo contribuye a esa sensación de bienestar que se tiene cuando una se encuentra en medio de un día "no comprometido". Delicioso, sin dudas. Y hablando de delicias... me voy, que me espera mi amiga para tomar el té.
Otro día la sigo, pero ya no va a ser lo mismo. No va a ser domingo.
:O)

Besos Xsinos!

Dance Hall Crashers - Enough!

Otra vez M.Chan de "compras" por YouTube! :O)
Enjoy!


Final alternativo de La guerra de las galaxias

Me acosa una duda: si el título original de esta saga es Star wars, cuya traducción literal es Geuerra de las estrellas... ¿Por qué llevamos más de 20 años llamándola como estúpidos Guerra de las galaxias?
Era eso nada más... y ahora, ¡el corto!


Meet the Chiken!!

Hear hear! Escuchen lo que Mariten Chiken tiene para decir sobre la película Mothman's prophecies!

Granizo sobre BAires, el 27-7-06

Mi primer YouTube! :O)

¡Esto lo grabé desde mi ventana, ese día que llovieron papitas noisette de hielo!


Mister Federiken - Rosa Blanca

¡Señoras y señores, presentando en Premier Blog al Gran y Único Míster Federiken en su actuación más comprometida y comprometedora hasta el momento...!


Últimamente...

Como diría el amigo Ismael: últimamente planeo una huida para rehacer mi vida, probablemente en Marte… seguro que allí no hay nadie empeñado en aconsejarme, “Mafalda, ¿qué te pasa? No estudias, no trabajas…” Y qué vamos a hacerle, ¿no? Porque a veces es así… a veces uno simplemente quiere escapar y esconderse en algún remoto paraje del Universo donde todo esté por hacerse… donde no haya gente que guarde rencores por viejas faltas, ni memorias de viejos amores. Donde los reproches y las decepciones no existan, ni tampoco los arrepentimientos repentinos impulsados por una conciencia enviciada de culpa. Últimamente es un poco así mi vida. De a ratos, aclaro. Otras veces me parece una fiesta a la que nadie se ha molestado en invitarme, parafraseando a Ismael de nuevo. Quizás es hora de que apriete “enter”. Eso fue lo que me dijeron en la facultad cuando revisaron mis trabajos de lo que va del año: que no sé apretar “enter” cuando conviene. Pero yo creo que mi verdadero problema es no saber apretar “delete”. Porque hay cosas que no se borran de mi mente, no importa cuánto lo intente. Pero bueno, últimamente ando algo perdido, me han vencido viejos fantasmas, nuevas rutinas...

El fantasma que aun respira

Un hombre causa recelo por su propia presencia

Un hombre en situación de indigencia fue visto en la esquina de la avenida Santa Fe al 2200 revisando los tachos de basura ayer alrededor de las ocho de la noche. El hombre suele deambular entre las avenidas Santa Fe y Las Heras. Ya no llama la atención de los transeúntes, en su mayoría alienados con sus propias rutinas. Por el contrario, pasa desapercibido hasta que alguna persona lo nota, no sin sobresaltarse.

No habla con nadie, ni siquiera con él mismo (lo que sería muy común en un linyera). Su piel está percudida por el clima y la mugre, al igual que pies y sus piernas desnudas hasta los muslos. Su pelo es una maraña de cables negros que asemejan rastas y que caen sobre sus ojos. Para saber el color de éstos habría que mirarlos, pero eso significaría mirar su cara y nadie se detiene a hacer tal cosa.

La gente camina más ligero cuando advierten su presencia. Él mismo camina con un paso lento pero liviano. Se para en una esquina y sin mirar alrededor comienza su tarea en un tacho de basura. Su silueta fina, renegrida y ciruja se recorta contra las luces de un hotel. Esa esquina queda vacía por el momento, hasta que el fantasma que la sociedad pretende no ver se va al no encontrar algo de interés en el basurero.

Entonces, los vecinos vuelven a caminar por la esquina como si nada hubiera pasado.

Contra la gran derrota del mundo*

En este texto, John Berger busca una vez más en el arte, más específicamente en la pintura, las respuestas del mundo. Para él, obras como el Triunfo de la Muerte de Brueghel o El jardín de las Delicias, de El Bosco, son una suerte de avance de lo que la humanidad vería en el futuro. Para explicárselo al lector utiliza frases como “Se diría que lo visible tiene sus propias pesadillas”. Todavía estoy pensando qué quiso decir (eso me produce cierto placer).

Como no se puede hablar de lo que no se ha visto (salvo contadas excepciones, claro), lo primero que hice para tratar de comprender y aprehender este texto fue buscar las pinturas ya nombradas. Berger se refirió a la primera como una “terrible profecía de los campos de exterminio nazis”. Al ver una cantidad cuerpos humanos amontonados como si se tratara de basura en un páramo desolado por la miseria entendí porqué lo decía.

Un párrafo en particular me ayudó a conectar el Infierno de El Bosco con la idea de globalización presentada por el autor: “Es un espacio sin horizonte. Tampoco hay continuidad entre las acciones, ni pausas, ni senderos, ni pautas, ni pasado ni futuro. Sólo vemos el presente desigual y fragmentario. Está lleno de sorpresas y sensaciones, pero no aparecen por ningún lado las consecuencias o los resultados de las mismas. Nada fluye libremente; sólo hay interrupciones. Lo que vemos es una especie de delirio espacial.”

Bueno –pensé- éste señor leyó el diario de hoy. Hay muchos fragmentos de muchas realidades volando por este “espacio delirante” que nosotros llamamos presente, y esos fragmentos están todos mezclados en un remolino que es muy difícil de parar. Así se presentan una a una las pruebas de que las profecías (que datan del siglo XVI) se han cumplido pincelada tras pincelada. Es como decir que la desigualdad ha sobrevivido hasta el día de hoy mutando.

Pero con el correr de las palabras (que fluyen como un río claro y navegable), se no explica que “lo que nos recuerda la pintura de El Bosco –si se puede decir que las profecías recuerdan- es que el primer paso en la construcción de un mundo alternativo ha de ser rechazar la imagen del mundo que nos han impuesto y todas las falsas promesas empleadas por doquier para justificar e idealizar la necesidad, criminal e insaciable, de vender. Es vital que encontremos otro espacio”.

Berger se refiere entonces a una humanidad que transita un presente fragmentado, contradictorio e ilusorio en el cuál el individuo debe luchar para poder mantener su identidad a la vez que rompe con este mundo para poder encontrar ese otro espacio. Ese presente delirante se desborda por doquier, dejando a la humanidad en frente de un rompecabezas cuyas piezas descriptas con toda franqueza son evidentemente incompatibles.

Después de leer y releer el texto, sigo sintiendo que se me escabullen las ideas expuestas. Lo mismo me pasa con las palabras, por más comunes que sean. Los textos sobre la globalización suelen estar plagado de tecnicismos, pero éste no. Quizás sea cuestión de seguir releyendo hasta que me sepa de memoria cada palabra, o hasta que encajen las siete piezas del rompecabezas, cosa que tardará más o menos una eternidad en ocurrir.


*El título corresponde a un texto de John Berger