Corazones cautivos más arriba

"La gente prefiere ver la idea que tiene de una persona más que a la persona en sí. A nadie le gusta que, de un día para el otro, no seas el mismo de ayer y los fuerces a determinar en qué te has convertido"

"Tu viejo decía que es más fácil vivir si se sabe eso: que cada uno está solo, que el padre peude convertirse en el hijo y que el hijo en el padre, pero que cada uno está solo siempre"

"Hay que aprender a cuidarse solos. Aunque después no sirva para nada"

"Para las mujeres el dolor es algo más natural. Por un lado es como si se lo apropiaran, como si fuesen las únicas con derecho a sufrir, y, por el otro, se recuperan con más facilidad que los hombres"

"Lo más importante, lo único que tenés que pensar -dice después-, es en no dejar de hacer cosas. Lo que sea. Aunque te resulten un poco estúpidas. Si hay cosas que te gustaban antes, no permitas que lo que pasó les quite significado"

"Te va a pasar muchas veces -dijo Galo-, que sientas que la gente te fastidia. Generalmente no es culpa de los demás, sino de uno mismo. Hay que ser lo suficientemente civilizado como para hacerse perdonar la impaciencia en esos casos. No son los demás, somos nosotrosque pretendemos que todas las personas sean como queremos"

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Estas son las frases que más me gustaron de "Corazones", la novela de 1987 de Juan Forn. El título original de este libro era "Corazones cautivos más arriba" en honor a un poema de Roberto Juarroz llamado "Séptimo poema vertical".

Sin embargo, según explicó el autor en el epílogo, el tiempo y la usanza acortaron el nombre de la obra hasta que él mismo empezó a referirse a ella como "Corazones", un nombre que le confiere un aire de intimidad y honestidad más profundas para mi gusto.

"A lo largo de los años, ni siquiera yo apelaba al título completo a la hora de mencionar este libro. Razón por la cual he optado por rebautizarlo ahora con su apodo casero, que a mi modo de ver se parece más a la visión del mundo que tenía entonces y que espero algún día recuperar", cuenta el autor en el epílogo, aunque le da carta blanca a "aquellos lectores que prefieran el título original" para que sigan llamándolo de ese modo.

"De eso se trata la literatura, a fin de cuentas", sopesa Forn, "de dar a las cosas el nombre que uno cree que tienen".

1 comentario:

VENUS dijo...

me encanto, yo peco de la primera de tods: no saben quien voy a ser mañana... mal por mi. besos