Cronica de una lluvia

Me gusta escuchar como empieza a llover... Ese ruidito imperceptible que paulatinamente se hace perceptible y que suena como si le estuvieran haciendo cosaquillas al pavimento. La lluvia empezó esta mañana alrededor de las seis y media. No había terminado de salir el sol que el cielo estaba tapado de nubes, cuando de pronto... ¡cosquillas!
La calle se reía todavía algo soñolienta, y casi no había autos que hicieran murmurar el agua de las canaletas al doblar por las esquinas. Tranquilamente, como quien esperaba el baldazo de agua fría, la ciudad amanecía y se disponía a pasar una mañana gris, pesada y húmeda. Los únicos sorprendidos, como siempre, fueron los habitantes humanos de Buenos Aires.
Palomas, gorriones, y hasta los árboles ya veían venir el chapuzón. Los porteños, más pendientes de la televisión que de su propia realidad, ni se percataron de que se mojaban sus ropas cuando salieron a festejar. Durante todo el día el cielo emitió sus comunicados líquidos en tandas, pero la euforia humana pudo más, y la lluvia la disfrutó sólo la ciudad.

Para Webberly Weather Report,
Mafalda Chan,
Buenos Aires,
Argentina

No hay comentarios.: