¿Por qué hago lo que hago?

"Ama y haz lo que quieras", dijo un tal Agustín de Hipona.

El Todopoderoso Wikiquote agrega: "Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en tí, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos".

Tengo la sospecha de que el autor en cuestión se refería a un tipo de amor más sustancial, profundo y real. No pretendo filosofar sobre qué es el verdadero amor, en parte porque sino los que me conocen en persona se van a reír mucho. Sólo quiero comentar algo sobre esta cita.

Un día, hace algún tiempo, elegí querer y desde ese momento no elegí nada más. No podría elegir otra cosa, ni tendría sentido. Hay cosas que las hago porque quiero. No por egoísmo o porque me convenga, sólo porque quiero.

Es probable que haya metido la pata más de una vez gracias a mi inexperiencia, pero al menos puedo decir que ya aprendí, ¿no? El problema con amar (ya sea a personas, lugares, causas, o lo que sea) es que los resultados son abiertos y a veces uno no puede tener lo que quiere. Ouch.

"Toda la gente te enseña algo bueno", me dice, y le encuentro razón. Todas las personas me dejaron un libro y un cuento, y ahora que lo tengo sentado frente a mí le escucho decir las cosas que diría yo, y las cosas que jamás pensé que diría él.

Y me explica que la peor forma de represión es la que uno se impone, y que uno puede ser cruel con uno mismo y traspolar esa crueldad a otros, a los que más se le parecen. Me dice que lloró, mientras que ahora la que llora soy yo (las lágrimas vienen con el paquete, así como las vacaciones vienen de la mano del trabajo).

En ese entonces ya había decidido hacer las cosas porque quiero. Por eso me fui, y por eso ahora volví. Algunas ofensas prescriben, por decirlo de algún modo. Lo hacen justo cuando baja la calentura y entra la tristeza. Cuando es más grande el dolor de extrañar que el alivio de haber dicho "basta".

"No puedo arreglarlo más que con hechos", me dice. Es una conversación de locos en donde él intenta explicarme las cosas que yo siempre intento explicar. Que si me equivoqué sólo puedo enmendar mi error con hechos... "sólo si me dejas", agrega. Sólo si me dejás puedo hacer algo.

Será que después de todo sí es divina ciencia el saber amar, o sus derivados: respetar, acompañar, ayudar, enseñar, extrañar, perdonar o esperar pacientemente a que a uno lo perdonen.

***


No, no fumé nada, ni me volví hippie. Ya puedo escuchar un par de "así te va", pero denle el beneficio de la duda a Agustín, no lo descarten sólo porque haya sido el fundador de una congregación religiosa, Santo y Doctor de la Iglesia Católica (ja! ya los vi haciendo arcadas sólo por leer lo último).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sep. Y a otra cosa, mariposa