¡Oh, mi salvador!

Era de noche y hacía frío en la esquina de Carlos Pellegrini y Paraguay donde ella trataba de dilucidar cómo volver a su casa. Su cara comenzaba a dar signos de incertidumbre y desolación tan evidentes que un transeúnte se detuvo espontáneamente a ayudarla: “Decíme a donde querés llegar y te digo”, le ofreció el hombre a la muchacha. El debía tener unos treinta años mal llevados, o unos cuarenta muy bien puestos. Su aspecto era limpio y su voz era aguda y resuelta.

Vacilando primero y luego con esperanza ella contestó “me tengo que tomar el 7 en la avenida Córdoba”. “¡Ah, mamita!”, exclamó él. “Pero vos tenés que caminar hasta la esquina, que es Córdoba, y seguir derecho por ahí hasta que veas la parada del 7”, explicó muy divertido. “Pero yo necesito el que va por Esmeralda… lo dice la guía”, trató de objetar la joven contrariada. “¿Pero vos a dónde querés ir? ¿A San Telmo?” inquirió el hombre con voz cantarina. “Yo quiero ir a Parque Chacabuco, me parece que tengo que ir a tomar el 7 a Córdoba”, sentenció la joven.

Ante la súbita resolución del dilema, el hombre comedido ofreció una amplia sonrisa y se retiró a paso ligero por la avenida 9 de julio. Sólo su espalda y sus ágiles piernas se distinguieron a lo lejos mientras cruzaba la calle Cerrito. Atrás quedó la joven con su guía en mano y la certeza inexplicable de que el 7 que pasa por la avenida Córdoba la dejaría cerca de su hogar.

Por: Mafalda Chan

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Holaaaaaaa!

Simpático personaje, ¡che! Finalmente el 7 no se dónde para por esa zona y rudi no supo explicarlo tampoco. Tomé otro colectivo y subió un chico q dude en un momento si era Pity Alvárez porque hablaba igualito, pero no no era. El tema era que le pedía monedas al colectivero y mira lo volado que debía estar que el colectivero le dijo "Mirá la moneda que tengo acá, es en realidad una ficha de una máquina de hacer café con la qué un pibe quiso pagar un boleto acá". A lo qué el muchacho este le dijo "Naaa, boludo ¿Me hablás en serio? Qué groso, a ver". Pusó la moneda en la máquina de sacar boleto y dicho aparato le devolvió un... boleto. ¡Sí! Era una moneda de un peso pero el pobre tipo la flasheo mal y el colectivero medio guacho, bastante guacho diría... aprovecharse de esa forma.

Y así es la noche porteña... estos personajes :P


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Besitos toni

sofi