Curioso, ¿o no?

Acabo de terminar de leer uno de los ya clásicos conteos de la revista Forbes. Sí, de esos que numeran "Los 100 hombres más ricos del mundo", "Las 50 mujeres más atractivas" y "Los 25 cajones de frutas más caros y cosmopolitas".

No sé cuál es la fascinación de los editores por agrupar lo mejor o lo peor de cosas, personas, nombres o lugares (y siempre en un número "redondo"). Pero llama la atención del lector: todos queremos saber, al menos por una décima de segundo, quién es el número uno.

En esta oportunidad encontré el Top Ten de las Top Models que más ganaron entre mayo de 2011 y el mismo mes, pero de 2012. Tranquilos, los libero de la angustia de no saber quién encabezó el conteo: fue la brasileña Gisele Bündchen con sus 45 millones de dólares.
Oh, Gisele, eres una chica con suerte


¿Ya odiamos todas y todos a la bella Gisele, quien además de medir 1,80 y de haberse comido a Leonardo Di Caprio cuando era flaco e hizo una fortuna en 12 meses? Yo no la envidio. Tanto. Un poco sí, pero no por todo lo antes nombrado. Después les explico.

La cosa es que en todo el Top Ten de las Top (hola, cacofonía) no había ni una sola modelo de ascendencia africana, de rasgos asiáticos o árabes, ni hablar de que alguna exhibiera con orgullo ese doradito natural tan lindo que tenemos las latinas (bueno, las que no son Gasparín, como yo).

En los últimos 12 meses las modelos que más facturaron en todo el mundo, es decir, las más requeridas y las que lograron fija más alto el precio de su cara, cuerpo o nombre, fueron todas blancas con rasgos europeos.

Hubo en total tres brasileñas: Bündchen, de ascendencia alemana, la bonita pero pálida de Alessandra Ambrosio y Adriana Lima, una morocha de esas que se catalogan como "infartante" en las revistas "para hombres" y que podría ser la única "doradita" que logró ponerle algo de color a este top ten de blancuchas.

Después figuran la inglesa Kate Moss, la australiana Miranda Kerr, las holandesas Lara Stone y Doutzen Kroes, la estadounidense Carolyn Murphy, la sudafricana Candice Swanepoel (que es la más curvilínea de todas) y la rusa Natalia Vodianova.

Claro que existen mujeres de rasgos variados en todas partes del mundo pero, oh, casualidad, el mundo de la moda colmó de ganancias y buenos contratos más que nada a las de rasgos europeos y obvió, por ejemplo, a chicas con atributos de belleza indiscutible que podrían haber enriquecido sus portadas, gráficas y publicidades.

Una pena. Ellos se lo pierden.